Dice el refrán popular: “Malos reyes, muchas leyes” y, afortunadamente, hemos disfrutado este singular año 2016 de una temporada “sin reyes y sin leyes”. Un año sin gobierno ha significado a la postre, y entre otras cosas, un remanso libre de la incontinencia legislativa a la que nos tienen acostumbrados nuestros políticos y que con tanta docilidad siempre aceptamos. Y a quienes nos presentaban como el infierno del desconcierto la situación de desgobierno, les responderé con otro personal refrán:
¡Que me quiten lo bailao, que de reformas este año me he librao!
FELIZ AÑO 2017.
No hay comentarios