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La nocturnidad y la alevosía de la publicidad en el cine

renault-kadjar-640x357Aunque el título pudiera sugerirlo, no pretendo tratar sobre algo tan complejo como son los habituales mensajes subliminales en las películas de cine que, tras salir de la sala, nos estimulan e incitan, por ejemplo, a tomar un determinado refresco o a fumar un cigarrillo. Esa publicidad subliminal se integra técnicamente en la película de tal manera que, para bien o para mal, llega a formar parte de la obra artística que conforma el film y, por lo tanto, poco o nada cabe decir al respecto.

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Es algo mucho más sencillo y burdo sobre lo que quiero aquí protestar. Me quejo de los espacios o anuncios publicitarios con los que, durante aproximadamente veinte minutos, nos abruman antes del comienzo de la película a quienes acudimos al cine. Al menos en mi casa, cuando los anunciantes atacan, puedo aprovechar para beber agua o puedo cambiar el canal de la televisión, pero en el cine me siento víctima de una emboscada.

wilsonYa son lo suficientemente caras las entradas, abusivamente gravadas con el IVA, como para tener que soportar también los anuncios comerciales con los que alevosamente espolean al espectador que, sentado ya en su butaca, nada puede hacer para defenderse, pues ni siquiera tienen la deferencia de proyectarlos con la sala iluminada, lo que al menos permitiría salir y esperar fuera conversando o incluso llegar deliberadamente tarde para ahorrarse tal suplicio. No. Lo hacen amparados en la nocturnidad que les proporciona la fijación del espectador en su butaca, lo que, además, convierte este acto en infame y cobarde.trailers-de-peliculas

Desde hace años es habitual la proyección de avances de estrenos cinematográficos, lo que también constituye un acto publicitario, pero cabalmente contextualizado siempre ha sido agradecido por el espectador. Ahora esta práctica ha pasado a un segundo plano y ocupa un menor espacio preliminar en las salas de cine en comparación con esos mensajes comerciales tan fuera de lugar.perro-cine

Supongo que para el empresario dueño de las salas de cine, disparar a discreción todos esos anuncios publicitarios constituye una adicional y agresiva forma de negocio, como el de vender las palomitas a precio de percebes y los refrescos al de Vega Sicilia. Sin embargo, mientras que con mayor o menor dificultad podemos negarnos a ser víctimas de tal estafa golosina, el bombardeo de los mensajes publicitarios requiere un espacio temporal que viene a significar un evidente y abusivo incumplimiento del contrato que tiene lugar con la compra de la entrada de cine.

El estado engrosa sus arcas gracias a un desmesurado IVA que encarece inconvenientemente la entrada de cine, sustrayendo el necesario estímulo al séptimo arte. Como las películas se proyectan con las salas medio vacías, éstas recurren a formas secundarias de compensar sus pérdidas. Sin embargo, todo tiene un límite y, o bien quizá estemos acudiendo a los postreros estertores del cine tradicional que tan buenos momentos nos ha hecho vivir, o bien asistamos a un nuevo modo de salvar el cine gracias al elevado valor de la publicidad en una voraz sociedad capitalista como es ésta en la que vivimos y a pesar de tan nefasta política de cultura.

Fco. Javier Blanco Gonzáles

www.blancoyblancoabogados.es

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5 Comments

  • Sergio says:
    Sep 22 2016 3:32 pm Responder

    Un artículo muy bueno, refleja con sarcasmo algo que pensamos la mayoría al ir al cine pero que da la sensación de que lo hubiéramos asimilado como lo «normal». Muy gracioso las palomitas como percebes y los refrescos como Vega Sicilia.

  • Antonio Blanco says:
    Sep 23 2016 10:10 am Responder

    y las gominolas como jamón 5j jajajajajaa
    Es preferible desde hace tiempo leerse el libro.

  • José Maria says:
    Sep 25 2016 6:58 pm Responder

    Completamente de acuerdo con el artículo y con abuso que ejercen las salas al tenerte prisionero y expectante para encañonarte con anuncios
    que no esperas ni deseas.
    Animo a que, de la misma forma que hay espectadores que aplauden algunas escenas, también Silbemos Fuerte cuando nos impongan estupidos anuncios comerciales.

  • Miguel Ángel says:
    Sep 26 2016 7:52 am Responder

    El ingreso por publicidad de un cine está en relación directa con el número de espectadores en la sala. algunas cadenas de cine lo que hacen es abaratar el coste de la entrada para conseguir mayor número de espectadores y por lo tanto un mayor ingreso en publicidad. en dicho caso es más lógico aceptar la publicidad siempre y cuando el espectador obtenga un beneficio en el coste de la entrada. prefiero no dar nombres de cadenas de cine pero en San Sebastián de los Reyes es así como ocurre. bienvenida la publicidad.

  • María says:
    Nov 17 2016 10:52 pm Responder

    También hay que pensar en las personas que llegan tarde al cine y que por esos minutos de publicidad pueden ver la peli desde el principio. Los españoles somos muy dados a la falta de puntualidad. Entiendo por tu artículo qué tú no eres uno de ellos.

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