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La custodia compartida y la maternidad tras los 40

grafico 40Esta pasada semana ha sido noticia:“España encabeza el índice en Europa de mujeres que son madres tras cumplir los 40”. El número de madres con más de 40 años crece exponencial y significativamente en España; en 2014, un 26% más que en 2013 y más del 200% que en 2005. Pero es aún más alarmante y elocuente el aumento de madres tras los 50 años, pues aunque hablamos de inferiores números, las proporciones son mayores: 84 mujeres en 2005 frente a 241 en 2013, es decir, más del 300%
embarazada y relojLos ginecólogos advierten que a partir de los 35 años las posibilidades de quedarse encinta se reducen por la pérdida de cantidad y calidad de los óvulos, así como los riesgos asociados al embarazo crecen (diabetes e hipertensión) y son más habituales las amenazas de aborto.

Se apuntan diferentes causas directas, desde una perspectiva demográfica y antropológica, tales como:
1º.- Las mujeres actuales priorizan su formación y afianzamiento profesional y laboral, sin supeditarlo a la pareja y a la familia.
2º.- El alto índice de segundas nupcias, que fructifican en hijos de madres mayores.
3º.- Y el auge del concepto de lo que algunos han dado en llamar “hijos de alto standing”,en alusión a la idea de tener pocos hijos a los que dedicar abundantes recursos, lo que sólo tras una consolidación profesional y laboral suele obtenerse ya a edad madura.
Sin embargo, siendo estos factores universales en occidente, no explican por qué precisamente España aventaja en el cuadro estadístico. Y es que en esta materia de la discriminación sexual España continúa siendo “reserva de occidente”. Hoy por hoy en España a la mujer se le exige ser una heroína.No sólo ha de dar un cotidiano do de pecho en su formación y entorno profesional y laboral, si quiere obtener un empleo o conservarlo, sino que, además, en el ámbito doméstico y familiar suele encontrarse sola con casi toda la carga. En definitiva, la española no sólo está discriminada laboral y profesionalmente tanto en la obtención de trabajo como en el salario, sino que aún sufre también las imposiciones sociales, personales y familiares por razón de sexo que ya sufrían sus abuelas en el ensi no nos apoyamos nos caemostorno doméstico.
Sin entrar en consideraciones deseables de índole política y estructural, tales como p. ej. la implantación obligatoria de guarderías en los centros de trabajo, la implementación de ayudas económicas a la maternidad, así como una mayor incidencia educacional no sexista, etc, que favorecerían la compatibilización de la maternidad y la incorporación laboral, considero necesario que, en su camino hacia una verdadera liberación, la mujer tome conciencia de que ésta no llegará hasta que no se percate de que los hijos son una carga que ha de ser compartida.

 “El prurito materno de nuestra sociedad machista obstaculiza la implantación de la custodia compartida y nos lleva a la maternidad tras los 40”.

Por desgracia, aún es habitual comprobar cómo tras la crisis conyugal la madre se erige en garante y continuadora del cuidado de los hijos, enarbolando la bandera de las aptitudes naturales maternas. Sin embargo, no por el hecho de que durante la convivencia ella hubiese ostentado un papel preponderante en el cuidado y la atención de los hijos así debiera continuar haciéndose, pues tal actitud sólo al padre beneficiaría al continuar éste viéndose liberado de tal carga también tras el cese de la convivencia. Por servirme de un ejemplo, es lo que ocurre cuando en el seno de una relación de pareja, él se niega a aprender a cocinar o a planchar y, por tal motivo, ella asume tales cometidos; como si ella hubiese nacido con un chip integrado en sus entretelas que le confiere especiales habilidades al efecto. ¿Acaso él no puede y debe realizar igualmente ese esfuerzo o aprendizaje? Sin duda, dicha tarea no requiere grandes pericias que en términos generales lo imposibilite.

happy-housewifeEl prurito materno de nuestra sociedad machista obstaculiza la implantación de la custodia compartida y nos lleva a la maternidad tras los 40.Ha de liberarse la mujer española de esa desazón materna que una sociedad tan machista como ésta le ha impuesto durante años en su conciencia femenina.Ha de saber que no es peor madre la que comparte y exige la responsabilidad coparental, sino todo lo contrario, pues favorece que los hijos también reciban el afecto y las atenciones del padre en términos cotidianos u ordinarios y no como mero “padre visitador”; y ello tanto en el seno de la convivencia como tras la ruptura o crisis conyugal, pues sigue habiendo muchos padres “visitadores” o de fin de semana también durante la convivencia.

Sin lugar a dudas, una mujer tendrá más posibilidades de optar a ser madre antes de los 40 si comparte el cuidado de sus hijos con el padre, tanto en el seno de la convivencia como medicamento custodiua compartidatambién tras la ruptura de la pareja mediante un régimen de custodia compartida, pues aunque la gestación y parto sea labor natural suya, se compartirá la carga de los cuidados y atenciones de los niños. Por lo tanto, concurren igualmente razones demográficas, de justicia y de salud, en la necesidad de implantar una generalizada aplicación del régimen de custodia compartida en la integración judicial de las crisis conyugales.

Fco. Javier Blanco Glez.
www.blancoyblancoabogados.es

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